El Esófago, ¿Qué es? ¿Para qué sirve?
El esófago es un tubo muscular que se extiende desde la faringe hasta el estómago. A diferencia de otras partes del tubo digestivo, el esófago no tiene funciones de absorción ni de secreción. Su única función es la motora, y se encarga de transportar los alimentos deglutidos desde la faringe hasta el estómago. Además, evita el paso del contenido gástrico (del estómago) hacia el esófago y del contenido esofágico hacia la faringe.
¿En qué casos es aconsejable someterse a una cirugía del esófago?
Algunas enfermedades del esófago que pueden precisar cirugía son:
- Cáncer de esófago
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico
- Hernia de Hiato
- Acalasia
- Esófago de Barret
- Divertículo de Zenker
Cáncer de Esófago
Cuando las células crecen y se dividen en exceso, sin capacidad para regularlo, se origina el cáncer de esófago. El primer paso consiste en realizar una historia personal y familiar detallada, por parte de nuestro equipo de profesionales, para detectar posible factores de riesgo relacionados con esta enfermedad. Algunos de ellos son antecedentes familiares de cáncer esófago gástrico, reflujo gastroesofágico severo de largo tiempo de evolución, enfermedad de Barret, el tabaco o la ingesta excesiva de alcohol, entre otros.
Planeando la cirugía del esófago: Pruebas diagnósticas.
Dada la complejidad de esta enfermedad y de su cirugía, es imprescindible que un equipo con alta experiencia en cirugía oncológica oriente su enfermedad de forma adecuada.
Una analítica sanguinea nos permitira conocer si existe anemia, la función del riñon y del higado y si el estado nutricional es el adeuado para someterse a una cirugia de esta magnitud. Ademas nos permite medir marcadores tumorales como el CEA, CA 19.9 o TAG 72, que nos orientan sobre el diagnóstico y la evolución de la enfermedad.
Para la confirmación de este diagnóstico la primera prueba a realizar es una endoscopia digestiva alta o gastroscopia. Con esta prueba se visualiza la lesión, detallando su aspecto y tamaño y podemos coger biopsias para ser analizadas por nuestros patólogos y darnos el diagnóstico definitivo.
En el caso de cáncer de esófago, para poder planificar el tratamiento es necesario evaluar la localización de la enfermedad y la extensión de la misma, tanto local, estudiando la posible invasión de otros órganos vecinos, como a distancia, para descartar implantes de células tumorales en otras partes del cuerpo -metástasis-. Esto se realiza mediante distintas pruebas:
- Tomografía computadorizada (TC o escáner): detecta la diseminación de la enfermedad a distancia (metástasis)
- Ultrasonografía endoscópica (USE ): se estudia la afectación de la pared del esófago y de los ganglios y estructuras vecinas.
- Broncoscopia (examen de la tráquea y los bronquios): para el caso de tumores que se localizan por encima de la carina bronquial
Dependiendo de la sintomatología que presente el paciente, pueden ser necesarios otros estudios.
¿Cuántos días estaré en el hospital? ¿Cúal es el tiempo medio de recuperación después de someterse a una cirugía del esófago?
La estancia hospitalaria va a depender del tipo de intervención que se realice y de la vía de abordaje (laparoscopia-toracoscopia vs cirugía abierta), pero se trata de intervenciones complejas que requerirán al menos una semana de hospitalización en el caso de que se realice por laparoscopia, con estancia en el postoperatorio inmediato en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Tras el periodo de hospitalización, la recuperación es lenta, y se puede tardar unas 4 – 6 semanas en realizar una actividad similar a la previa a la intervención, aunque este periodo es muy variable. No obstante, el paciente abandonara el centro hospitalario con buen control del dolor, con la capacidad de deambular y tolerando la dieta recomendada de forma correcta.
¿Se puede tratar? ¿En qué consiste esta cirugía?
La cirugía consiste en extirpar el esófago y la técnica quirúrgica va a depender de la zona en la que está situado el problema a tratar. Es indispensable un correcto estudio preoperatorio, que definirá si es necesario aplicar quimioterapia y/o radioterapia previa a la intervención
En el cáncer de esófago, cuando el tumor está muy cerca de la garganta puede ser necesario extirpar la faringe y la laringe, y realizar una traqueostomía definitiva.
Si el tumor está en el esófago medio o en la unión con el estómago, hay que extirpar parte o todo el estómago. Además, en todos los casos, hay que extirpar los ganglios que se encuentran en el tejido que los rodea. Posteriormente hay que reconstruir el tubo digestivo, utilizando el estómago (80% de los casos), el colon o el yeyuno (intestino delgado).
Una vez más, nuestro equipo está altamente especializado para poder realizar un abordaje minimamente invasivo. Para poder realizar esta intervención, es necesario realizar una laparoscopia (incisión en el abdomen) asociada a una cervicotomía (incisión en el cuello) o a una toracoscopia (incisión en el tórax), dependiendo de la localización del tumor, mediante incisiones muy pequeñas e insuflando CO2 en el abdomen o tórax. Aunque técnicamente es más difícil, tiene ventajas sobre la cirugía tradicional (o abierta), ya que representa una menor agresión, con menor dolor en el postoperatorio y mejor recuperación. Otros beneficios de esta cirugía es la presencia de cicatrices más pequeñas, con menor probabilidad de complicación de las heridas operatorias (infección, hernia).
Una vez en casa: Cuidados generales y signos de alarma. Mis hábitos alimentarios después de la cirugía del estómago. ¿Qué debo hacer? ¿Qué limitaciones tendré?
Las heridas quirúrgicas deben lavarse todos los días, y aplicar un antiséptico hasta que su médico lo indique. Si presentase enrojecimiento, dolor o sensación de hinchazón, debe consultarlo para descartar infección de las mismas.
Debe evitar realizar esfuerzos físicos importantes (ej: levantar pesos, ejercicio físico) para una buena cicatrización de las heridas, aunque esto no implica que realice reposo, ya que es recomendable una actividad física moderada (ej: pasear).
En cuanto a la dieta, dada la modificación que ha sufrido el aparato digestivo, inicialmente deberá seguir una dieta blanda, triturada. Deberá realizar al menos 6 comidas al día, de menor cantidad, y masticando bien los alimentos. En ocasiones es necesario tomar suplementos proteicos.
Si presentase dolor abdominal, fiebre, dificultad para la ingesta (náuseas, vómitos) que no responden al tratamiento que se le ha prescrito al alta, debe consultar en su Servicio de Urgencias.