En mi especialidad de la Cirugía General y del Aparato Digestivo las tres intervenciones más difíciles que hay serían la cirugía del esófago, la cirugía del páncreas y la cirugía del recto.
En estos momentos acabamos de intervenir a un paciente con una neoplasia, un cáncer de páncreas pero la diferencia es que en vez de hacerlo de la forma tradicional con una incisión o corte importante lo que hemos hecho es hacer absolutamente todo por vía laparoscópica. Esto permite, según la experiencia que tenemos nosotros, que el paciente pueda recuperarse una forma muchísimo más rápida que si lo haces por cirugía tradicional abierta.
Al mismo tiempo hay que entender que debido a la magnificación que tiene la laparoscopia es como si operásemos con una lupa, es como si operásemos entre 4 y 5 aumentos el tamaño normal. Con lo cual cuando hacemos una anastomosis, que es empalmar una parte con la otra, en este caso concretamente, el trocito de páncreas que dejamos con su conducto que se llama wirsung, anastomosarlo, unirlo al intestino delgado es una técnica laboriosa y difícil.
Gracias a la visualización de la laparoscopia en tres dimensiones esto es técnicamente mucho más simple.